La salsa Tuong Ot de Huy Fong Foods ha convertido a la Sriracha en toda una fiebre de adicción en Estados Unidos. Detrás de esta receta tan popular hay una historia muy especial. Su creador David Tran es de origen vietnamita. Su profesión ya estaba realacionada con las salsas en su tierra natal coincidiendo con esa etapa tan dramática que todos conocemos. Una tierra de la que tuvo que emigrar forzosamente a finales de los 70s en un barco taiwanés llamado Huy Fong. Un carguero que le llevó hasta Hong Kong, como paso previo a ser acogido como refugiado en EEUU, y que dió nombre a una de las empresas de productos picantes más importantes del mundo. Y, pese a su imagen tan oriental que sugiere el uso de chiles tipo Thai (por ser de origen tailandés), es una salsa Californiana con base capsicum de jalapeños rojos.
A nivel de Branding (identidad de Marca), es uno de esos casos aparentemente “no pensados” y “no registrados” que se han convertido en todo exitazo. Ha creado toda una categoría de productos, de locos seguidores “Sriracha chiliheads” y de cientos de marcas imitadoras empeñadas en crear srirachas más naturales, menos dulces, más sabrosas, más auténticamente thai, con menos vinagre, con otras mascotas en el packaging, en formatos más premium, en snacks,… pero Huy Fong sigue manteniendo su sitio fijo en el lineal de cualquier tienda americana junto al inamovible Tabasco. Tan fácil y efectivo: es el bote de PET rojo intenso con un gallo blanco y un dosificador verde.
Su textura es como cualquier salsa dulce con el espesante goma xantana: fácil de aplicar y seductora a la vista. Su color es de un rojo muy intenso, llamativo, que sale directamente del jalapeño rojo que la marca incorporó hace unos años cuando empezó a tener problemas con sus chiles serranos (los originarios de esta receta).
El sabor es inconfundible. Mucho azúcar, mucha sal y mucho ajo hace de esta salsa un cóctel de máxima intensidad. Tanto, que pasa por encima del sabor del jalapeño. Yo me atrevería a decir que sería difícil distinguir cualquier pimiento picante con esos acompañantes tan protagonistas. No puedo criticarla porque realmente me gusta y la uso bastante, entiendo perfectamente su éxito: es una salsa “indulgente”. Un caramelito picante que acompaña estupendamente a cualquier comida no muy sofisticada. ¿A que si a un ketchup le pusieras ajo y sal estaría riquísimo? Pues aún mejor porque este lleva jalapeño y tiene un color aún más sexy.
Maridaje musical: Esta salsa me sugiere un poco de Funk contemporáneo. Un género interminable que siempre me mueve y siempre me anima a investigar qué nuevas bandas y propuestas aparecen… y son muchas. He aprovechado para investigar qué canciones funk actuales son las que pueden estar más calientes en estos últimos meses y de ahí sale La lista Funk Sriracha Tuong Ot by Huy Fong Foods.
Me gusta con: Cualquier modalidad de “fast food”. A una hamburguesa, a un perrito, a un kebab, a una pizza, a un bocata de calamares, le va de lujo. Estoy seguro que también podría maridar con una receta sofisticada, pero creo que la salsa no tiene nada de “sofis”, por lo que mejor aplicar a cualquier comida rápida. Y claro, si tengo que elegir, os recomiendo que probéis unas palomitas de Sriracha. Es tan fácil como preparar las palomitas como lo hagas habitualmente (en micro o en olla). Mientras se hacen, preparas una mezcla de mantequilla derretida y sriracha que echas por encima de las palomitas aún calientes y remueves. Potentísimas, Riquísimas, Insanísimas. Es un clásico ya en América, probadlas con una buena peli o serie de superhéroes.
Si te apetece comprarlo online, aquí mi recomendación:
La ultramítica sriracha de David Tran!! La del gallo! La historia es una pasada. Completamente acorde con lo del “sueño americano”.
La tengo pendiente y ya la he visto en amazon… muahahaha!! Caerá!!
Salsa súper sabrosa!
A veces hacemos las hamburguesas mezclando la carne con sriracha, una pizca de azúcar moreno, Worcestershire, ajo, sal y pimienta. Y luego con guarnición de cebolla y jalapeños pochados.
A quien le guste que le ponga dentro de la carne un poco de queso azul!
Qué buena receta de hamburguesa Ana. Incluso da ganas de no cocinarla. 🙂